EUROPA
PRESS
29 junio
2023
Vinculan
la terapia hormonal de la menopausia con mayor tasa de demencia
El uso de la terapia hormonal
sustitutiva en la menopausia se asocia con una mayor tasa de demencia y
enfermedad de Alzheimer, sugiere un amplio estudio danés publicado por 'The BMJ'.
Se observó un aumento en las usuarias a largo plazo de la
terapia hormonal menopáusica, pero también en las usuarias a corto plazo en
torno a la edad de la menopausia (55 años o menos), como se recomienda
actualmente.
Estos resultados concuerdan con el mayor ensayo clínico
realizado sobre este tema, y los investigadores piden más estudios "para
explorar si la asociación observada en este estudio entre el uso de terapia
hormonal menopáusica y un mayor riesgo de demencia ilustra un efecto
causal".
En un editorial vinculado, los investigadores sostienen que,
aunque este estudio tiene varios puntos fuertes, las asociaciones observadas no
deben utilizarse para inferir una relación causal entre la terapia hormonal y
el riesgo de demencia.
La terapia hormonal para la menopausia (conocida como THS)
se utiliza para aliviar los síntomas comunes de la menopausia, como los sofocos
y los sudores nocturnos. Los tratamientos incluyen comprimidos que contienen
sólo estrógenos, o una combinación de estrógenos y
progestágenos, así como parches, geles y cremas para la piel.
Grandes estudios observacionales han demostrado que el uso a
largo plazo de la terapia hormonal menopáusica está asociado al desarrollo de
demencia, confirmando los resultados del Women's Health Initiative Memory Study, el mayor ensayo
clínico sobre este tema.
Pero el efecto del uso a corto plazo de la terapia hormonal
menopáusica alrededor de la edad de la menopausia, como se recomienda
actualmente, aún no se ha explorado por completo. El efecto de los distintos
regímenes de tratamiento sobre el riesgo de demencia también es incierto.
Para intentar colmar estas lagunas de conocimiento,
investigadores de Dinamarca evaluaron la asociación entre el uso de la terapia
combinada de estrógenos y progestágenos (progestágeno sintético) y el
desarrollo de demencia según el tipo de tratamiento hormonal, la duración del
uso y la edad en el momento del uso.
A partir de datos de registros nacionales, identificaron
5.589 casos de demencia y 55.890 controles libres de demencia emparejados por
edad entre 2000 y 2018 de una población de todas las mujeres danesas de 50-60
años en 2000 sin antecedentes de demencia y sin ninguna razón subyacente que
les impidiera usar terapia hormonal menopáusica.
También se tuvieron en cuenta otros factores relevantes,
como la educación, los ingresos, la hipertensión, la diabetes y la enfermedad
tiroidea.
La edad media en el momento del diagnóstico fue de 70 años.
Antes del diagnóstico, 1.782 (32%) casos y 16.154 (29%) controles habían recibido
terapia con estrógenos-progestágenos desde una edad media de 53 años. La
duración media del uso fue de 3,8 años para los casos y de 3,6 años para los
controles.
Los resultados muestran que, en comparación con las personas
que nunca habían utilizado el tratamiento, las personas que habían recibido
terapia con estrógenos-progestágenos tenían una tasa un 24% mayor de
desarrollar demencia por todas las causas y enfermedad de Alzheimer, incluso en
las mujeres que recibieron el tratamiento a la edad de 55 años o menos.
Las tasas eran mayores con un uso más prolongado, oscilando
entre el 21% para un año o menos y el 74% para más de 12 años de uso.
El aumento de la tasa de demencia fue similar entre los
regímenes de tratamiento continuo (estrógeno y progestágeno tomados
diariamente) y cíclico (estrógeno diario con progestágeno tomado 10-14 días al
mes). El uso de terapia sólo con progestina y sólo con estrógenos vaginales no
se asoció con el desarrollo de demencia.
Se trata de un estudio observacional, por lo que no puede
establecer la causa, y los investigadores no pudieron aislar la demencia
vascular de otros tipos de demencia ni distinguir entre comprimidos y otras
formas de tomar la terapia hormonal, como los parches.
Es más, no pueden descartar la posibilidad de que las
mujeres que utilizan terapia hormonal tengan una predisposición tanto a los
síntomas vasomotores de la menopausia (por ejemplo, sofocos, sudores nocturnos)
como a la demencia.
Sin embargo, se trata de un estudio amplio basado en datos
de tratamiento de alta calidad con un largo periodo de seguimiento. Los autores
también pudieron investigar las formulaciones hormonales cíclicas y continuas
por separado, así como la edad de inicio de la terapia hormonal menopáusica y
la duración del tratamiento, lo que les permitió analizar un aspecto importante
de este tema que se había pasado por alto: por ejemplo, el riesgo de demencia
en usuarias a corto plazo de terapia hormonal menopáusica en torno a la edad de
inicio de la menopausia, tal como recomiendan las directrices de tratamiento.
Por ello, concluyen que "se necesitan más estudios para
determinar si estos hallazgos representan un efecto real de la terapia hormonal
menopáusica sobre el riesgo de demencia, o si reflejan una predisposición
subyacente en las mujeres que necesitan estos tratamientos”.
Este punto de vista es apoyado por investigadores
estadounidenses en un editorial vinculado, que afirman que "los factores
de confusión podrían estar produciendo una señal espuria de mayor riesgo de
demencia en las mujeres más jóvenes que utilizan terapia hormonal de corta o
larga duración".
"Estos hallazgos no pueden informar la toma de
decisiones compartida sobre el uso de la terapia hormonal para los síntomas de
la menopausia --escriben--. Los ensayos clínicos aleatorios proporcionan la
evidencia más sólida sobre el efecto de la terapia hormonal en el riesgo de
demencia".
Además, afirman que los biomarcadores de imagen cerebral
"podrían ayudar a identificar los efectos del tratamiento hormonal sobre
la fisiopatología de la demencia en una fase más temprana, haciendo factible la
evaluación de su influencia sobre el riesgo de demencia en ensayos de mujeres
recientemente posmenopáusicas".